La policía francesa ha arrestado a cuatro personas tras la explosión de un presunto paquete bomba en Lyon la semana pasada, que hirió a 13 personas.

El dispositivo, lleno de tornillos y rodamientos de bolas, detonó frente a una panadería el viernes por la tarde.

Uno de los arrestados, un hombre de 24 años, es el presunto terrorista, dicen los fiscales. Al parecer, también fueron detenidos otro hombre y una mujer.

La policía había estado buscando a un hombre que había sido visto andando en bicicleta cerca de la escena de la explosión con un pasamontañas y una mochila.

Los fiscales antiterroristas dirigen la investigación, coordinándose con la policía de Lyon y el servicio de seguridad interna de Francia, la DGSI.

¿Qué sabemos de los sospechosos?
Los medios de comunicación franceses informan de que uno de los sospechosos es un estudiante de informática de nacionalidad argelina. Una fuente le dijo a la agencia de noticias Reuters que la policía lo arrestó en Lyon después de seguirlo en la calle. Al parecer, decidió no arrestarlo en su apartamento en caso de que hubiera explosivos en el edificio.

El segundo sospechoso, según la prensa local, es un menor que asiste a una escuela en la ciudad.

Otras dos personas, un hombre y una mujer, también han sido arrestados. Según se informa, son los padres de uno de los sospechosos.

La semana pasada, la policía publicó una foto de una persona que creen que llevó a cabo el atentado.

¿Qué sabemos del ataque?
La explosión se produjo cerca de la esquina de dos calles peatonales abarrotadas en el centro histórico de Lyon.

Los investigadores han recuperado tornillos, rodamientos de bolas, así como un circuito impreso, baterías y un dispositivo de disparo por control remoto.

Denis Broliquier, alcalde del distrito de la ciudad, dijo a la prensa que «la carga era demasiado pequeña para matarla», y una fuente gubernamental dijo a la agencia de noticias AFP que había sido una «carga explosiva relativamente débil».

Los heridos, incluida una niña de ocho años, parecen haber sufrido lesiones superficiales.

El ministro francés del Interior, Christophe Castaner, confirmó el lunes una de las detenciones en un Tweet, afirmando que la acción conjunta de varias agencias había sido «decisiva».

Nadie ha reivindicado la responsabilidad del ataque.

La última vez que un paquete bomba explotó en Francia fue en 2007, cuando un dispositivo mató a una persona e hirió a otra delante de un bufete de abogados en París. La policía nunca encontró al terrorista.

Los atentados yihadistas con armas de fuego y bombas han matado a más de 250 personas en Francia desde 2015 y el país sigue en alerta máxima, con patrullas militares como característica habitual de la seguridad en ciudades como Lyon.

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