Si cuando te lesionas en el gimnasio, quieres tener un plan que puedas poner en marcha que te permita curarte lo más rápido posible, en este artículo cubriré 5 cosas sencillas que puedes hacer para recuperarte más rápido de cualquier lesión en el gimnasio que te ocurra.

Repasemos cada uno de estos pasos, uno por uno.

Paso 1: Descanso

Esto puede sonar bastante obvio, pero es quizás lo más importante que puedes hacer cuando te lesionas. Básicamente, quieres evitar poner cualquier estrés innecesario en la parte del cuerpo lesionada hasta que haya sanado.

Esto puede llevar más o menos tiempo, y obviamente puede ser frustrante si tienes ganas de volver a tus entrenamientos, pero si descansas y te das tiempo para recuperarte, reducirás enormemente la posibilidad de que esta lesión vuelva a aparecer unos días (o semanas) más tarde.

Como regla general, debes esperar al menos un par de días DESPUÉS de que dejes de sentir dolor antes de volver a ejercitar el músculo.

Y en ese punto, no saltes de nuevo a tus pesas más pesadas…

Paso 2: Hielo

Tan pronto como sientas que has herido algo, deberías intentar ponerle hielo lo antes posible.

La aplicación de hielo ayuda a reducir la hinchazón, la inflamación y la hemorragia interna, lo que puede reducir la gravedad de la lesión y ayudarle a sanar más rápidamente.

Debe evitar aplicar el hielo directamente, ya que puede irritar la piel, y en su lugar poner el hielo en una toalla húmeda o usar una bolsa de hielo.

Finalmente, no quieres aplicar hielo todo el día de forma continua.

En su lugar, se deben hacer «juegos» de hielo, en los que se aplica el hielo durante 15 minutos, con la mayor frecuencia posible durante las primeras 24 horas.

Paso 3: Compresión

Al igual que el hielo, la compresión puede ayudar a reducir la gravedad de la inflamación y la hinchazón.

La forma más fácil de hacerlo es usar una manga de compresión o un vendaje elástico, dependiendo de la parte del cuerpo que te hayas lesionado. Quieres que la compresión sea bastante fuerte, pero no tan fuerte que restrinja la circulación.

Si quieres aplicar hielo al mismo tiempo, puedes envolver fuertemente una bolsa de hielo alrededor de la zona lesionada.

Paso 4: Elevación

Esto no siempre es posible, pero dependiendo de dónde se encuentre la lesión, la elevación puede ayudar a que el cuerpo se cure más eficientemente.

Esto se debe a que cuando elevas el área lesionada por encima de tu corazón, puede reducir la hinchazón y ayudar a eliminar los productos de desecho tóxicos del área afectada más rápidamente.

Paso 5: Calor

Por último, la aplicación de calor a la lesión ayuda a estimular el flujo sanguíneo, lo que permite que más nutrientes lleguen a la zona afectada. Sin embargo, aplicar calor demasiado rápido puede ser perjudicial para el proceso de curación, ya que puede aumentar la inflamación.

Para evitar esto, sólo debe comenzar a aplicar calor 3 días después de la lesión, y pegarse al hielo antes de eso. A partir del tercer día, puedes alternar entre el hielo y el calor en intervalos de 15 minutos.

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